sábado, 17 de mayo de 2014




Lenguaje Kinésico

               
                                  


  ¿Qué es el lenguaje Kinésico?

El Lenguaje Kinésico es aquel que se caracteriza por ser no verbal y se expresa a través de los movimientos del cuerpo. En este se utilizan los gestos, la postura, la sonrisa, la mirada y los movimientos corporales para así poder comunicarse, los cuales complementan o sustituyen el oral, es decir, a las palabras.
Este tipo de comunicación también se conoce como comportamiento kinésico o lenguaje corporal.
Junto con la kinésica, la proxémica y la paralingüística forman parte de la comunicación no verbal.

El lenguaje kinésico posee diversas formas de expresarse, las cuales se clasifican en:


             a)   Los gestos: Un gesto es una forma de comunicación no verbal ejecutada con alguna parte del cuerpo y producida por el movimiento de las articulaciones, músculos de brazos, manos o cabeza. Los gestos se distinguen en cinco categorías:

§  Gestos reguladores
§  Gestos ilustrativos
§  Gestos emblemáticos
§  Gestos de adaptación
§  Gestos que expresan estados emotivos


            b)   Las expresiones: Con la expresión facial expresamos muchos estados de ánimos y emociones. Se utiliza para regular la interacción y para reforzar o enfatizar el contenido del mensaje dirigido al receptor.

      c) Posturas: Las posturas pueden ser estáticas, tienen un factor consciente o inconsciente y se pueden ritualizar, al igual que las maneras. También se utilizan menos en la comunicación.

 d)  La mirada: La mirada se estudia separadamente por la importancia que conlleva, aunque forme parte de la expresión facial.

 e)  La sonrisa: Se utiliza para expresar felicidad, alegría o simpatía. incluso puede utilizarse para hacer las situaciones más llevaderas.

                                       


        En síntesis el lenguaje kinésico se ocupa en la cotidianidad sin que nos demos cuenta, como por ejemplo: a través de gestos, expresiones, miradas, posturas, etc. Que podemos representar diariamente. En algunos casos específicos, lo ocupan personas con necesidades especiales permanentes, como por ejemplo: los sordos mudos, a los cuales se les facilita su comunicación al no poder expresarse verbalmente.